Quienes hemos sentido la vibración de una CBR, el rugido de una Africa Twin o incluso el empuje de una sencilla XR, sabemos lo que significa Honda: fiabilidad, innovación y una conexión con la máquina difícil de explicar. Pero ahora, la marca que tantos kilómetros nos ha acompañado en carretera acaba de hacer algo impensado: lanzó su propio cohete reutilizable. Y lo más curioso: lo aterrizó con una precisión que sorprende.
El pasado 17 de junio, Honda realizó un ensayo con un pequeño cohete experimental desde su base en Hokkaido, Japón. Se trata de un vehículo de 6,3 metros de altura, impulsado por tecnología propia. Subió hasta 271 metros, se mantuvo estable y regresó a tierra con apenas 37 centímetros de desviación del punto de aterrizaje.
¿Te suena familiar? Control, estabilidad, precisión… lo mismo que buscamos cuando tomamos una curva bien trazada sobre dos ruedas.
Este experimento no es un simple juego aeroespacial: Honda está aplicando los mismos principios que la han mantenido en las pistas y rutas por décadas —motores eficientes, equilibrio mecánico, control electrónico— en una nueva frontera. No está vendiendo boletos al espacio todavía, pero sí está diciendo en voz alta que su capacidad de ingeniería va más allá del asfalto.
No deja de ser llamativo que una empresa históricamente ligada a la movilidad cotidiana —motos utilitarias, scooters urbanos, deportivas accesibles— se atreva a pensar en el cielo. Tal vez no es cuestión de tamaño, sino de visión.
Una marca que sigue buscando el límite
Honda lanza un mensaje claro: quiere probar que puede construir algo más que vehículos terrestres. No es que otras marcas no innoven, pero pocas se atreven a salir del molde tan radicalmente.
Para quienes seguimos de cerca lo que hace Honda, este tipo de noticias refuerzan una idea que no siempre se dice en voz alta: hay una mezcla interesante entre ingeniería sobria y ambición técnica. No porque sea perfecta, sino porque es consistente.
¿Te imaginas dentro de unos años yendo en una Honda eléctrica rumbo a un puerto espacial donde la misma marca te lanza al borde del espacio? Puede sonar descabellado, pero así también sonaban hace décadas las motos que hoy tomamos por normales. Y mira hasta dónde nos han llevado.