Las últimas semanas no estuvieron marcadas por marchas multitudinarias, sino por un intenso diálogo entre representantes de los motociclistas y diversas entidades del Estado, como la Defensoría del Pueblo, el Ministerio del Interior y el propio MTC. En esas conversaciones se expusieron -entre otros temas- las preocupaciones sobre la obligatoriedad del chaleco reflectivo con placa. El resultado ha sido una nueva prórroga de la norma. El reloj corre ahora hasta octubre, y la duda persiste: ¿será este tiempo suficiente para alcanzar consensos reales o solo un compás de espera antes del conflicto?
Una norma cuestionada desde su origen
La obligatoriedad del chaleco con placa fue presentada como una medida de seguridad y lucha contra la delincuencia en Lima y Callao. Sin embargo, desde su anuncio recibió críticas de asociaciones de motociclistas, quienes denunciaron que la norma estigmatiza al usuario de moto, genera costos adicionales y no cuenta con evidencia de efectividad en la reducción de delitos.
Las protestas moteras y los recursos legales interpuestos llevaron al MTC a suspender inicialmente la fiscalización por 60 días. Ahora, la nueva resolución amplía ese plazo a 120 días, lo que equivale a una moratoria hasta mediados de octubre.
¿Qué implica para los motociclistas?
- Respiro económico y legal: hasta el 18 de octubre los motociclistas de Lima y Callao no serán multados por no portar chaleco reflectivo con placa.
- Casco certificado: la medida también alcanza la fiscalización de cascos bajo los nuevos estándares técnicos. A nivel nacional, se exhorta a usarlos, pero la sanción será efectiva recién en octubre. Aunque la voz general es que esta normativa es bien vista por que da prioridad a la seguridad vial.
- Tiempo de adecuación: el MTC argumenta que la ampliación busca que tanto conductores, importadores y comercializadores tengan el tiempo necesario para adaptarse a las exigencias.
- Persisten las dudas: gremios moteros señalan que no basta con aplazar la norma; exigen su derogatoria definitiva por considerarla ineficaz y discriminatoria.
Repercusiones en la comunidad motera
Para el motociclista peruano, la medida significa un alivio temporal, pero también abre un periodo de incertidumbre. Muchos riders temen que, llegado octubre, el problema se reactive con sanciones y fiscalizaciones sin resolver las fallas de la norma.
El sector motero espera que este tiempo extra sirva para que el Estado abra una mesa de diálogo real con asociaciones y expertos en movilidad, buscando soluciones que mejoren la seguridad vial sin criminalizar al motociclista.