La KTM 950 SM “Pifostio” demuestra que una moto puede trascender la mecánica y convertirse en una obra de arte. Su creador, Manuel del Campo Escotet, fusionó pintura clásica y pasión por las dos ruedas en una preparación única que hoy se exhibe en un museo.

El universo de las motos custom y las preparaciones especiales nunca deja de sorprender, pero hay proyectos que rompen cualquier parámetro conocido. Ese es el caso de “Pifostio”, una preparación basada en una KTM 950 SM que ha captado la atención internacional por su nivel artístico, técnico y conceptual. Más que una moto personalizada, se trata de una auténtica obra de arte sobre dos ruedas.
Su creador y propietario, Manuel del Campo Escotet, licenciado en Bellas Artes, volcó en este proyecto toda su formación artística y su amor por el motociclismo. El resultado es una pieza irrepetible, con un nivel de detalle que recuerda a los grandes maestros del Renacimiento. No es casualidad que muchos lo consideren “el El Bosco de nuestro tiempo”, una comparación que cobra sentido al observar cada centímetro de la moto.

La inspiración principal de Pifostio es “El jardín de las delicias”, la obra más reconocida del pintor flamenco El Bosco. Esa influencia se refleja en la composición, los personajes, los colores y la narrativa visual de la moto. Según el propio Escotet, completar este proyecto tomó siete años de trabajo, una dedicación poco común incluso dentro del mundo del arte.
En lo técnico, Pifostio está pintada completamente a pincel y óleo, e incorpora grabados en cobre, piezas de latón y elementos de madera, una combinación de materiales que refuerza su carácter artístico. Cada detalle tiene un significado, incluyendo un espacio especial dedicado a una amiga del autor que falleció en un accidente de moto durante la pandemia, lo que añade una carga emocional profunda a la obra.

Aunque debajo de toda esta intervención artística se encuentra una KTM 950 SM, la base mecánica pasa a un segundo plano frente a la magnitud del proyecto. Aun así, la moto ha participado en numerosos eventos y concursos de custom bike, donde, según su creador, se ha proclamado ganadora en cada presentación, convirtiéndose siempre en el centro de atención.
Actualmente, Pifostio se exhibe en una de las salas principales del Museo de León, donde permanecerá hasta el 25 de enero. Allí comparte espacio con otras obras creadas para el disfrute cultural, confirmando que esta moto ha cruzado definitivamente la frontera entre el motociclismo y el arte.
Pifostio es la prueba de que una moto puede ser mucho más que un medio de transporte o una máquina modificada.



