El alto costo del SOAT para motocicletas y la falta de facilidades para adquirirlo explican en parte por qué miles de motos circulan sin seguro, una situación que deja a las víctimas desprotegidas ante accidentes y choques con fuga.

En el Perú, el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) sigue siendo un requisito pendiente para una gran parte del parque vehicular. Según cifras del sector asegurador, alrededor del 70% de las motocicletas y el 30% de los autos circulan sin esta cobertura, una problemática que tiene consecuencias directas en la atención de accidentes de tránsito.
En el caso de las motos, uno de los principales factores es el alto precio del SOAT, que en muchos casos resulta desproporcionado frente al valor del vehículo o al ingreso mensual del usuario. A ello se suma la escasa flexibilidad para su adquisición, con pocas opciones de financiamiento, facilidades de pago limitadas y una oferta reducida en algunas regiones del país. Si bien estas condiciones no justifican el incumplimiento, sí explican por qué miles de motociclistas postergan o evitan contratar el seguro.

Cuando una motocicleta sin SOAT se ve involucrada en un accidente ,especialmente si ocurre un choque con fuga, la falta de cobertura deja a las víctimas sin un respaldo inmediato. Los gastos por atención médica, hospitalización, rehabilitación o incluso sepelio recaen directamente sobre las familias afectadas, generando un impacto económico severo.
Desde la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg) advierten que la ausencia del SOAT no solo incrementa los costos, sino que también retrasa la atención médica, ya que los centros de salud deben determinar quién asumirá los pagos antes de proceder con tratamientos especializados, lo que puede agravar las consecuencias del accidente.
El elevado número de motos sin SOAT refleja una realidad compleja donde el precio del seguro y la falta de facilidades juegan un rol clave. Abordar este problema requiere soluciones que acerquen el SOAT a los usuarios, mejoren el acceso y refuercen su función principal: garantizar atención oportuna y reducir el impacto humano y económico de los accidentes de tránsito en el Perú.



