Mientras el gobierno de José Jerí y los alcaldes de Lima anuncian un paquete de “medidas urgentes” contra la delincuencia, entre ellas el retorno del chaleco naranja con número de placa, el gremio motociclista ha respondido con datos en la mano: esa estrategia ya se probó y no funcionó.
El comunicado oficial de Voces Unidas del Motociclismo, emitido el 14 de octubre de 2025, desmonta con cifras la narrativa de que los chalecos visibles reducen el crimen. Durante los dos meses en que rigió el Decreto Supremo N.° 006-2025-MTC, que impuso el uso obligatorio del chaleco marcado, la Región Policial Lima ejecutó 294 operativos y realizó 86,382 intervenciones, pero solo detectó 13 requisitorias y un arma de fuego.
El resultado: una eficiencia operativa de apenas 0.01%.
“Estas cifras demuestran que el chaleco marcado no contribuye a la seguridad ciudadana y sí genera estigmatización y vulneración de derechos”, señala el comunicado, firmado por la Asociación Hermanos Motociclistas Unidos del Perú (AHMUP), la Asociación de Motociclistas Allriders, la Fundación Transitemos y motociclistas independientes bajo la alianza Voces Unidas del Motociclismo.
El gremio también advierte que este tipo de medidas “populistas y simbólicas” distraen la atención de los verdaderos problemas: el control de armas, la inteligencia policial y la coordinación interinstitucional. Experiencias en Colombia, Ecuador y República Dominicana confirman que el uso de chalecos numerados no redujo la delincuencia, sino que solo provocó segmentación social y desplazamiento del delito hacia otros medios.
Una estigmatización sin sustento
Detrás de la aparente intención de “ordenar el tránsito y disuadir el delito”, los motociclistas ven un peligroso retroceso hacia la criminalización del trabajador honesto. En el Perú hay cerca de tres millones de motociclistas, muchos de los cuales usan su vehículo como herramienta de trabajo o transporte familiar.
“Los motociclistas somos aliados del Estado, no enemigos”, enfatiza Voces Unidas del Motociclismo, que pide al Ejecutivo y a los alcaldes de Lima “no dejarse llevar por el protagonismo ni el populismo”.
Llamado al diálogo técnico
La agremiación ha solicitado una reunión técnica de trabajo con el Ministerio del Interior, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y la Municipalidad de Lima para revisar con evidencia los resultados de las medidas aplicadas.
Su mensaje al país es claro:
“La seguridad ciudadana real no se impone con chalecos ni marcaciones que castigan a los inocentes: se construye con inteligencia, datos y respeto a quienes trabajan honestamente.”
Mientras tanto, el Ejecutivo evalúa insistir con el chaleco naranja y la prohibición del acompañante en moto, dos propuestas que —según la evidencia oficial— no atacan las causas reales del crimen urbano. La pregunta que queda en el aire es si el nuevo gobierno escuchará los datos o preferirá seguir vistiendo de naranja a los inocentes.