Manuel Lorenzo, el motoviajero español que quedó atrapado en Perú tras las manifestaciones

Manuel Lorenzo, un aventurero motoviajero y fotógrafo de nacionalidad española, ingresó a Perú en su momento más difícil, pues se encontró con manifestaciones en todo el país y paros en distintos puntos que no le permitieron continuar avanzando.

Lorenzo tenía planeado llegar a Alaska desde Ushuaia, Argentina, lugar donde partió el año pasado. Sin embargo, sus planes se han visto frustrados, pero no desde que ingresó al Perú, sino desde Montevideo, Uruguay. Por ese país ingresó a Sudamérica para dirigirse a Ushuaia, no obstante, el motoviajero comenta que en ese lugar dejó la mayor parte de su presupuesto. “Tras esperar dos semanas para poder desembarcar la moto por problemas burocráticos, en el país más caro de Sudamérica me dejé no solo una cantidad de tiempo importante sino también una gran parte del presupuesto para el viaje. Sobre todo, el efectivo, algo muy necesario”, indica.

Al entrar a Perú su intención era llegar a Lima para conseguir un mecánico que sepa de motos Harley, sin embargo, al día siguiente, cuenta que encontró las grandes manifestaciones de los pobladores. “Se comienzan a movilizar en autobuses para ir desde las provincias a protestar a Lima. El ambiente está muy caldeado (…) A las 5 de la mañana me levanto para iniciar la marcha y veo en las noticias que la Panamericana está cortada por multitud de sitios por piquetes violentos y la capital del país está ardiendo”, relató.

Manuel Lorenzo comentó que logró avanzar por tramos, pero que al llegar a Ica la situación se volvió más agresiva pues no dejaban pasar ningún tipo de vehículo. En dicho lugar conoció a dos jóvenes que también iban en motocicleta y le enseñaron un atajo por Paracas, a través del desierto de la Huacachina. Encontró tanta arena que su vehículo se estaba hundiendo, por lo que decidió dar la vuelta y retornar.

Acudió con una amiga que tiene en la capital peruana para dejar su moto, arreglarla y volver a España, juntar dinero hasta que la situación mejore, sin embargo, no puede irse sin su vehículo de dos ruedas pues pasaría a un estado de abandono. Actualmente, Lorenzo tiene que demostrarle a las autoridades peruanas que no es un turista al uso, sino que estaba a mitad de camino hacia el círculo ártico.