En un fin de semana cargado de tensión, velocidad y emociones, Marc Márquez volvió a demostrar por qué es considerado un fenómeno del motociclismo. El Red Bull Ring fue el escenario perfecto para que el español rompiera una de sus últimas barreras pendientes y reafirmara su dominio absoluto en MotoGP. Más que una carrera, Austria fue la confirmación de que el #93 no solo persigue la historia: la está escribiendo vuelta tras vuelta.
El Red Bull Ring vivió una nueva consagración del fenómeno Marc Márquez. En medio del bullicio de los aficionados y la adrenalina de las motos, el campeón español rompió su maldición personal en este circuito y sumó una victoria que se traduce en 6 triunfos consecutivos en la temporada. El español agregó Austria a su lista de circuitos conquistados.
Por fin, el #93 rompió su maldición en un circuito esquivo y se llevó su primera victoria en Spielberg, acrecentando su dominio con un sexto doblete consecutivo y celebrando el GP número 1,000 en la historia de la categoría reina. Esta victoria consolida su liderazgo en la clasificación general, ahora con 142 puntos de ventaja sobre su hermano Álex, y lo posiciona frente a un noveno campeonato mundial cada vez más próximo.
En los entrenamientos libres del viernes, Márquez impuso su autoridad rompiendo el récord de vuelta con un tiempo de 1:28.117, superando por más de dos décimas a Pedro Acosta, mientras Francesco Bagnaia completaba el top 3. Este arranque ya marcaba el guión del fin de semana, el español volvió a dejar claro quién dicta la pauta y ritmo en MotoGP. No obstante, el primer día de actividades también estuvo marcado por un sobresalto.
Jorge Martín sufrió una caída en la curva 9 que obligó a la intervención médica. Aunque salió ileso, el susto anticipó que su fin de semana estaría lejos de ser de su agrado.
La jornada del sábado, bautizada por la adrenalina, ofreció un inicio accidentado. Un toque entre Bagnaia y Aldeguer casi desata un drama en la salida del Sprint; aunque por fortuna no pasó a mayores. Por su parte, Marc Márquez, quien arrancó desde la cuarta fila, realizó una remontada quirúrgica para ganar el sprint, adelantando incluso a su hermano, quien había tomado el liderazgo momentáneo en la parte inicial.
Con esta victoria (la número 12, en 13 sprints de este año), el catalán demostró su hegemonía, mientras Álex escalaba al podio y se afianzaba en el segundo lugar. Pedro Acosta completó un podio íntegramente español.
Para el día domingo la tensión se elevó al máximo. El Gran Premio número 1,000 de MotoGP tenía ruido de consagración, y Márquez lo aprovechó con precisión milimétrica. Desde la cuarta posición en parrilla, libró un duelo ágil contra Marco Bezzecchi, quien lo mantuvo a raya durante gran parte de la carrera. El #93 esperó el momento justo, cuando los neumáticos presentaron desgaste y lanzó su ataque decisivo para tomar el liderato y extender su racha de victorias dominicales.
Fue en el podio donde emergió la sorpresa del año. Fermín Aldeguer, desde la octava posición de partida, protagonizó una remontada brillante para colarse en el segundo lugar, desbancando incluso al poleman Bezzecchi, quien se tuvo que conformar con el tercer peldaño.
Mientras Márquez celebraba su imperio, otros pilotos favoritos se cuestionaban los resultados obtenidos. Bagnaia, con problemas evidentes de ritmo, cayó al octavo lugar, diluyendo sus aspiraciones. Álex, golpeado por una sanción de long lap, heredada del GP anterior, apenas logró remontar hasta el décimo puesto.
Jorge Martín volvió a protagonizar uno de esos instantes contra el drama. En la vuelta 13 cayó en la curva 7 y quedó bajo su moto. Tras una asistencia rápida, fue llevado al centro médico, y aunque pudo continuar con su carrera, confirmó que su adaptación luego de aquel fatídico accidente sigue en curso.
Para Marc Márquez, este triunfo en Austria lo reconcilia con el Red Bull Ring, uno de los pocos circuitos que se le había resistido. Alcanzar esta victoria y sumar el doblete en Spielberg, donde Ducati nunca antes había ganado con él, tiene en definitiva un tinte muy simbólico tanto para el equipo como para el piloto español.