Dicen que es por seguridad, pero para cientos de motociclistas en Huancayo, la nueva norma los señala como si fueran parte del crimen.
En Huancayo, los motores no solo rugen: también protestan. La ciudad amaneció este martes con una caravana de motociclistas recorriendo las calles. ¿La razón? Una resolución del MTC que los obliga a usar chalecos reflectantes y cascos con el número de placa impreso. La medida, según ellos, los estigmatiza. “No somos delincuentes”, gritaron.
La indignación no es para menos. La nueva norma, contenida en la Resolución Directoral N° 008-2025-MTC/18, no solo impone el uso obligatorio del chaleco con número de placa, sino que también establece sanciones durísimas: una multa de 428 soles, 40 puntos en la licencia y la retención del vehículo. Sí, leíste bien: te pueden quitar tu moto.
Los clubes de motociclistas de Huancayo, conocidos como Club Biker’s, fueron quienes encabezaron la protesta. Alegan que esta norma los criminaliza sin razón. “El delincuente no va a comprar casco con su número de placa. Te va a robar la moto con todo y casco, y encima te culpan a ti”, señaló uno de los voceros.
Actualmente, en Huancayo hay más de 1500 motociclistas organizados en grupos, sin contar a los miles que usan este vehículo como su única herramienta de trabajo o transporte diario. Para ellos, esta ley no es solo injusta, es una trampa. En vez de frenar el crimen, podría facilitarlo.
¿Y si esto se vuelve excusa para más abusos? La pregunta está sobre la mesa. Muchos temen que el chaleco se convierta en un pretexto para detener, sancionar o extorsionar a cualquier motociclista. En vez de perseguir a los verdaderos delincuentes, se estaría acosando al ciudadano común.
Pero lo que más molesta a los motociclistas es el estigma. Que por tener una moto ya te vean con sospecha, como si fueras un potencial criminal. “Nos obligan a identificarnos como si fuéramos presos”, reclamaron varios durante la protesta.
Y aunque el Ministerio de Transportes asegura que la medida busca “orden y seguridad”, la comunidad motera de Huancayo no está convencida. Lo que piden es sencillo: que no los traten como culpables, que no los castiguen por tener una moto, y que las leyes apunten a los verdaderos delincuentes, no a quienes solo quieren ir de su casa al trabajo.