Desde que se instauró la normativa que obliga a los motociclistas a portar chalecos con el número de placa, su efectividad ha sido duramente cuestionada. Lejos de frenar la criminalidad, esta medida ha terminado por afectar principalmente a los moteros de bien, generando estigmatización, fiscalizaciones arbitrarias y una creciente sensación de injusticia dentro del sector.
Frente a este escenario, bajo el lema “Moteros Unidos”, diversos creadores de contenido motero vienen impulsando una nueva convocatoria que ha comenzado a ganar fuerza en redes sociales y entre la comunidad de motociclistas. Se trata de una marcha que se realizará el próximo jueves 19 de junio, con punto de partida en el Campo de Marte, desde donde los asistentes se dirigirán hacia el Ministerio del Interior.
La convocatoria propone reunirse desde las 5:00 p.m., para partir en caravana motorizada a las 7:00 p.m.. Esta movilización busca expresar un rechazo firme y visible a la normativa del chaleco obligatorio, una medida que muchos consideran discriminatoria e ineficaz como herramienta de seguridad ciudadana.
Lo significativo de esta iniciativa es que, dejando de lado diferencias previas, diversos influencers y figuras públicas del mundo motero han decidido unirse en una misma causa. Diego Sarazú (@moteando_peru), Andree Merino (@el.andree), Franco Faura (@francofaura.pe), Pedro Higinio (@pedro.higinio), entre muchos más, han utilizado sus plataformas digitales para alentar a la comunidad a participar activamente en esta marcha.
A través de sus mensajes, también han hecho un llamado a las asociaciones moteras formales y clubes organizados para sumarse a esta jornada y fortalecer el mensaje. El objetivo es claro: formar un solo frente unido que represente a todos los motociclistas del país y exigir una revisión urgente de la normativa vigente, promoviendo un diálogo real y justo con las autoridades.
La marcha del 19 de junio no es solo una protesta: es una muestra de organización, civismo y unidad entre quienes recorren el país sobre dos ruedas. Una señal de que los moteros no están dispuestos a seguir siendo señalados por medidas que no atacan la raíz del problema.
