Las compras navideñas han saturado el Centro de Lima y otras zonas comerciales, generando congestión extrema. Para los motociclistas, la situación exige mayor criterio, prevención y respeto al espacio vial.

A pocas horas de la Navidad, el tránsito en Lima vive uno de sus momentos más complicados del año. Zonas como el Centro de Lima, Mesa Redonda, Mercado Central y alrededores registran una alta concentración de peatones, comercio informal y vehículos, lo que ha reducido drásticamente la fluidez del tránsito, incluso para las motos.
En este escenario, se ha vuelto frecuente ver vehículos detenidos o estacionados en plena vía, bloqueando carriles o pasos angostos. Aunque muchas veces responde a compras rápidas de último momento, esta práctica termina agravando el caos vehicular, afectando a otros moteros, autos y hasta a vehículos de emergencia.

Para quienes planean salir en moto a hacer compras de última hora, la recomendación es clara: evitar las horas punta, priorizar rutas alternas y, sobre todo, no dejar la moto obstruyendo el tránsito. Buscar playas de estacionamiento, zonas permitidas o caminar algunas cuadras puede marcar la diferencia.
También es clave anticipar tiempos, circular con paciencia y mantener máxima atención a peatones que cruzan de forma imprevista, una constante en estas fechas. El desorden vial no solo genera retrasos, sino que incrementa el riesgo de accidentes leves que pueden arruinar una jornada festiva.

La Navidad es una fecha para compartir, y también una oportunidad para demostrar que la comunidad motociclista puede ser parte de la solución y no del problema. Circular y estacionar con responsabilidad ayuda a mejorar la convivencia vial y evita que estas situaciones terminen en más controles, multas o restricciones para todos.



