La nueva obligación para motociclistas entra en vigencia sin infraestructura tecnológica, generando dudas sobre su aplicación y fiscalización real.

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones inició la aplicación del Decreto Supremo n.° 007-2025-MTC, que dispone el cambio de placas para motocicletas y la incorporación de una tercera placa con chip. La medida fue presentada como una herramienta para mejorar la seguridad ciudadana y optimizar la identificación de vehículos menores a nivel nacional.
Sin embargo, la implementación avanza sin que existan lectores RFID, sistemas informáticos operativos ni procedimientos técnicos que permitan verificar el funcionamiento del chip. Hasta el momento, no se han anunciado licitaciones públicas, presupuestos asignados ni cronogramas oficiales para la adquisición e instalación de esta infraestructura, lo que deja a la norma sin soporte tecnológico real.

Esta situación impacta directamente en los Centros de Inspección Técnica Vehicular (CITV), ya que el reglamento los obliga a revisar la tercera placa durante las inspecciones. Pese a ello, los centros no cuentan con equipos ni protocolos definidos para cumplir esta exigencia, creando un escenario de imposibilidad material de fiscalización que podría derivar en sanciones injustificadas para operadores y motociclistas.

Además, el plazo establecido en la propia norma para su reglamentación e implementación ya se encuentra vencido, sin que se hayan definido las condiciones mínimas para su correcta ejecución. Desde el sector se advierte que, en el estado actual, la medida solo traslada costos adicionales al ciudadano sin garantizar un sistema eficiente de control.

Diversas instituciones vinculados al motociclismo han solicitado la revisión o suspensión temporal de la norma hasta que exista una infraestructura funcional, advirtiendo que cualquier política de seguridad debe ser técnicamente viable y no perjudicar al motociclista que cumple la ley.



